Una vez terminada la conferencia de NASA, apago mi computador y me acerco a
Evaristo Torres.
Sin mediar palabra le golpeo con un bate, uno de esos chiquitos, de madera; le golpeo repetidamente.
Siempre sospeche que el era reptiliano, eso y las siglas de su nombre.
De pronto de su cabeza sale un fuerte olor a arsénico... y sangre, mucha sangre.
*Idea generada en twitter (gracias a @malaimagen)
siempre me echan la culpa de todo
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