miércoles, marzo 22, 2006

GROSERO

El conductor nos recuerda con su voz impersonal y monocorde,
que no debemos subir consumiendo comida al carro, por seguridad, nos dice.
Y piensa al igual que yo "Para que no me ensucien la huea de carro".
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Uno llega con ganas y pensando con lo bien que va estar, en el beso tierno que te hara llorar hasta compartir las lagrimas.
Uno piensa.
Pero invariablemente falla todo... y que mierda no mas poh.
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Todos los días me levanto con mi tarrito de pintura rosa.
Pa’ pintarle el mundo mi’jita.