Se detiene no más de un segundo, en los rostros.
No valla a ser, que uno se encuentre, con otro fotógrafo de almas.
El segundo que demora en los rostros, se extiende más, cuando miro sus manos, sus canas, la carterita barata, la zapatilla de ultima chula moda, la modorra matinal, la suciedad en los cuerpos.
Entre tanta gente juego un poco al “¡Donde esta wally?”,
eso si, cambiada a un, “¡Donde esta el idiota?”, el único idiota que sonríe en el Metro.
1 comentario:
La mirada en el metro, tiene eso, que no es mirada. 1500 personas, para las que se abren las puertas por un instante, ahi te despides, ahi saludas, las almas de gente desconocida, sin embargo, son los mismos todos los dias. Clones de ellos mismos. Al igual que tu
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