La llaman junta de directores.
y todos llegan a la hora, muy, muy correctitos.
Acorbatados toman asiento y se miran las manos para no mirar a los demás.
Esperan que la reunión sea corta para dedicarse a sus asuntos.
Es entonces, que miran de reojo las cagonas galletitas y el escuálido té.
En el fondo todos añoran, su buen pedazo de pan con chancho o el pernil engundioso y el arrollado de huaso picante, acompañado de medio pato de grueso pipeño.
Toman una galletita y sonríen.
Desde el fondo es donde me siento a mirar pasar el mundo. Desde el fondo es donde me parapeto, oteo y escondo. En todo caso comienzo desde atrás, en mi final, con la ilusión de encontrar la génesis o por lo menos donde se corto la hebra.
miércoles, marzo 31, 2010
lunes, marzo 22, 2010
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