jueves, mayo 22, 2008

Preguntale a don Google

Se me ha olvidado un poco escribir en papel.
(falta de practica digo yo, o puede ser la premura de escribir antes de que se escape la idea)

El ilativo de mi historia me hace recordar mi niñez de chico pobre, según cuenta mi madre yo corría por los 1 o 2 años en casa de una tía, mi madre me cuidaba junto con unos primos, yo corría, digo entre los 1 o 2 años, la casa era pobre, porque los tiempos eran pobres, nos calefacionabamos con carbón en un brasero, yo corría, ya lo he dicho, por los 1 o 2 años y caí en el brasero, caí de cara, los tiempos eran pobres y mi madre me llevo, como pudo, a plaza Egaña, único lugar donde uno podía tomar locomoción para ir a la posta.
¿Por que no quedaron huellas en mi rostro con este accidente?
No es que no las halla, en la cara conservo un marca pequeña, insignificante, como para recordarle a mi madre, que no fue un mal sueño, si no que fue real.
Pero huellas, huellas no las hay.
Ahora que estoy en el metro de vuelta a casa, miro a este hombre y veo que los quemados tienen el mismo rostro, el mismo mirar y respirar boqueado, como de pescado fuera del agua.
Esto como que descoloca y uno no puede evitar dejar de mirarlos de reojo, seguramente se dan cuenta y simulan indiferencia.
¿Se darán cuenta, que yo me doy cuenta, que ellos simulan indiferencia?
Otra cosa o mas de lo mismo:
¿Se darán cuenta los ciegos que cuando se ríen , molestan?
¿Sera por eso que ríen con mas estridencia nasal?
¿Los ciegos de nacimiento, se ríen igual que los otros ciegos?
Otra cosa y mas de lo mismo:
¿Que soy para los que me miran?
Madre e hija calcadas, acarameladas, la misma sonrisa y la misma apatía fingida cuando se dan cuenta que las miro.
La hija, menos experimentada en simular, cuando baja me regala una sonrisa, que pretende ser coqueta, yo que la veo por el rabillo del ojo, dejo de escribir y para que se de cuenta que la vi, finjo que tengo una idea .
¿Recordamos el momento en que comenzamos a fingir?

3 comentarios:

Sebastos dijo...

Me gusta esa faceta tuya de analizar gente en el metro y contar experiencias de la vida diaria. En especial cuando uno cree tener algún lazo con los temas tocados ya que parece que te sucedieron a ti también, en otra forma, otro momento, otra historia, pero la misma linea e idea al fin y al cabo.

La última pregunta me que haces me hizo pensar en otra de la misma linea e idea al fin y al cabo:

¿Recordaremos el momento en que comenzamos a ser indiferentes?*

* Frente a las cosas que suceden a nuestro alrededor día a día.


Buen tema.

Nos leemos, chaop.

vitorio_parranda dijo...

el problema tiene más que ver con las huellas... a veces no encontramos las huellas porque hemos sido capaces de olvidar... pero las huellas están... siempre están...

ahora, una consulta... nunca me he percatado de la risa de un ciego... sí la de los sordos... pero de un ciego...

no veo porqué un ciego se reiría de alguna manera en particular...

saludos

nos leemos

Fer dijo...

Me explica una amiga que la risa de los ciegos de nacimiento es diferente a la de los ciegos accidentales, dice ella, que es porque los primeros no tienen un referente para reír y te siguen con la nariz, de hecho los hoyos pasan a ser sus ojos.
Asi que si hay diferencias.
Conozco un tipo que trabaja para y con sordomudos y con ellos tienen un coro, ni te imaginas lo melodioso que son.
Y no es broma.
Nos leemos.