sábado, septiembre 13, 2008

Cada dos pasos, dos pasos.

Cada dos pasos, doy… dos pasos.
Y eso ya es muestra de que cada dos pasos, según tú, hago el ridículo o que digo cosas ridículas o que actuó ridículamente.
De hecho mientras voy caminando al trabajo, en este día de huelga, ya estoy haciendo ridiculeces.
Voy, por ejemplo, cortando papelitos con la dirección de la página del detodorama , para que otros se vean reflejados en la magna empresa que es esta linda huelga.
Vamos soy un …- ¿cual era la palabra?-
Ah, si ; un ridículo.
Soy un ridículo que camina y que quiere ser ridículo, porque a ti te gusta que sea ridículo.
En la iglesia soy un santo, un santo ridículo, en casa soy un papa ridículo.
Y si lo dices tú, seguramente tienes razón y soy un ridículo.
Pero no me importa y eso de por si, es más ridículo.
En realidad juego un poco con las palabras que me dijiste, o sea ridículo, no es que sea, es mas bien que soy payaso, un tony pues no uso pinturas.
a mi me gusta hacer el ridículo, me gusta enrabiarme explosiva y ridículamente, me gusta mirarte cada dos pasos.
Dios mío, uno como que se podría enamorar mas de ti, eso es parte del juego, ¿no?, pero seria ridículo.
Mira voy caminando y quizás cuantos pasos doy de mi casa al metro, quizás cuantas vueltas doy en mi cabeza para serme más ridículo.
¿A quien le importa ?
Preocuparme seria ridículo.

No hay comentarios.: