martes, octubre 28, 2008

La niña del espejo

Uno camina y como que busca mirar todo en todos; mirar a los ojos, la nariz o la boca.
De hecho cuando buscamos formas, todas se vuelven febrilmente antropomorfas.

Yo siempre miro a los ojos de todos los ojos, quizás por eso no me gustan los ciegos.
- No soy anticiegistas, es mas, conozco a un par con los que he conversado mas de dos palabras y seguramente yo tampoco les guste, así que mas que Tiflofobia simplemente sea reciprocidad-


Me perdí...

Bueno... en los ojos de todos yo busco sus almas y las preguntas y los por ques.
De ves en cuando alguno de esos ojos se lían conmigo y puedo responder y preguntar lo que imagino que preguntan.
Lo que yo imagino que preguntan.

- Hace un millón de años, años en blanco y negro, yo iba en bus, íbamos mas bien, mi madre y mis hermanos a San Bernardo, San Bernardo antiguo, ese que quedaba mucho mas lejos que hoy.
La cosa es que subió una mama con su hija, yo andaba por los 10 o 11 años y ella quizá tuviese 8, nunca he sido bueno con las edades.
Como en todos los tiempos los adultos no miran lo que hacen los niños por lo que nosotros pasamos desapercibidos.
No se, como que esta niña me miraba y yo le miraba también, puede que aquí empezara mi afán de descubrir el alma de los otros o el cuento de mis sueños, porque hasta allí mis pesadillas siempre fueron la de "la cosa roja" y "pegado al cemento", al parecer después de esto, me complique la existencia con mas rebuscados horrores.

No me creerán, porque se supone que estas cosas no pasan, pero como que hablamos con esta niña, lo único que sé de ella, hasta el día de hoy, con una certeza incuestionable, es que su nombre era Laura-.
¿Pero que tiene de excepcional ese nombre? - la verdad ninguno, es un nombre solamente, pero ese nombre es la definición de la certeza-

La experiencia de Laura fue el inicio del camino místico que jugué un tiempo.
Jamás hablamos con Laura, pero yo sé que se llamaba así, porque lo vi en sus ojos.

La vuelta de la rueda gira otra ves y todo este camino es para decir que hoy también tengo certezas.
Viejo lobo que soy, descubro tarde que en los espejos, me es mas fácil ver los ojos y la puerta que se abre, además en los espejos no me pueden mentir, y no es que no me mientan, porque se cuando me mienten, lo que digo es, que en los espejos no me pueden mentir.

Así enresumiendo, vi lo que dijeron tus ojos y vi que no mentías, por un ligero instante te vi desnuda.

Bueno, no tan ligero.

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