Con las manos abiertas salgo al encuentro del abismo, este nuevo reto.Muerdo mis labios con mas miedo que nunca, con toda mi fuerza abro la boca en un aullido, un grito...
Sin ruegos... pero rogando en el fondo, porque termine pronto este pequeño cáliz...
Sin sonrisas... pero riendo igual con un ojo tuerto y el sentido del humor truncado, espumoso, como con rabia... aunque no he comido...
Sin tu nombre... porque ni siquiera ellos, los que no saben, pronuncian tu nombre para yo alegrarme...
Sin nada o con nada, la maldita negación de la negación me parte el alma, y me ahogo como tantas veces, buscando un respiro en la ilusión de una vieja escala, dos dedos presurosos, mis labios en tus pechos,
mi aroma cubriéndolo o anunciándolo todo.
Me aplasta el patético ruego, el pequeño quejido, un día catorce y tu mano buscando algo que yo espero no encuentres, para que te salves, para no ofrecértelo todo.
Sin objetivos, dejando que pase el tiempo, como antes, y te cures un poco de esta fiebre loba, solo un poco... no soy tan tonto... y te vayas libre.
Y me dejes solo, con mi mala estrellas
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