Ojala pudieras meterte dentro de mis ojos, para que vieras a la pequeña que desafía a su madre, con el juego de la lonchera. Ojala, la vieras mientras mueve sus pies que cuelgan del asiento, mientras simula que mira absorta una pegatina salo.
Toda ella es desafió a la madre que incomoda quiere manejarlo todo.
Ahora me mira temerosa, primero por que escribo en blanco sobre el fondo negro y segundo porque sospecha que yo escribo sobre su desafió, porque piensa que voy a acusarla.
¿Que es esto? ahora me contempla risueña, ahora se ríe de mi y conmigo.
Me da miedo mirarla, porque la madre inquisidora y ubicua queriendo todo control me miraría con desaprobacion.
¿Que edad tiene la pequeña princesa, unos 5 o 6 años?
Si pudieras meterte en mis ojos verias que la dejo y me bajo en estacion los orientales, sin orientales.
2 comentarios:
a veces uno no se da cuenta que cara pone cuando mira... pero a veces tampoco importa si lo que se mira va mucho más allá de una expresión...
respecto a tu post en mi blog... creo que la solidaridad con el dolor ajeno es una buena demostracion de que como seres humanos vivimos del dolor, del sufrimiento... ese es el fin último, no la felicidad aristotélica... el sufrimiento, la agonia, el dolor... sino, porque lo hariamos??? no veo que seamos seres solidarios por naturaleza, todo lo contrario, nos destacamos por nuestro individualismo y auto protección... sobrevivencia...
un abrazo
nos leemos
pudo ser... sorry yuyins
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