PARA QUE DEN VUELTAS EN TU BOCA

El loco afán autodestructivo.

El Oco, fán del autodestructivo.

¡Hello Coofan! ¿el auto de Estructivo?

Solo un juego de enredos de palabras.

VERONICA

Me acaricia y me quema este sol rojo, como tus pechos en esta mañana.
Me acoge tan tierno este sol rojo, como tu lengua tibia y tartamuda.
Este rojo sol me arropa y sofoca, me derrite, como tu amor esta mañana.

Me acaricia y me quema este sol rojo.
Me acoge tan tierno este sol rojo.
Este rojo sol me arropa y sofoca.
Me derrite.

Como.

MALDITO LIBRE ALBEDRIO

Hoy, como, todos los días tengo que elegir que camisa ponerme,
Los zapatos y el pantalón ....
y mas encima que todo sea armonioso.
Todo mi yo, piensa si debo o no, dejarme la barba o estas patillas.
Debo elegir el itinerario...
lo conveniente en tener o no tener sexo por la mañana.
Lo conveniente en dejar o no dejar estas letras inconvenientes.
Si hasta cuando me siento en el bus, con o sin música, con o sin libro, con o sin ella.
Todos los actos dependen de lo que yo elija...
Mirar o no sus preciosos pies,como un fetichista Tarantiniano.
Maldita sea, soy responsable de todo lo que en mi libertad elija.
Por eso tengo que ser conciente,manso,templado.
Un maduro, viviendo el hoy.

SANTIAGO

Soy Santiago.
Santiago voraz
El Santiago que mastica,
la maquina que aplasta,
sin sentimientos,
sin voz.

Soy y no soy parte de este Santiago oscuro,
Este Santiago que come y vomita.

Santiago basura.
Con rostros basura, con fotos rotas, basura de rostros basura.

(yo sigo con el juego de la repetición constante de, de, De Roca).

FIN DEL PRIMER LIBRO

LXXV
La verdad no puedo;
ya no quiero,
ni quiero luchar contra cinco deudos de unas manos que no son derechas.
La verdad es que estoy cansado de escuchar de este canto que me hace principe apostata.
Apostata de la estadística paternalista del leon viejo.
Desde hoy, y hasta que duela:
¡Vivan las hienas, las hienas mamamalista.!
¡Viva mi afan martiritista!
¡Vivan los recuerdos de tus deudos, de tus dos manos izquierdas!
¡Vivan la rabia del uso del abuso!
¡Viva este apostema que me amarga!.

LXXVII
¿Que tan Autodestructivo?
Lo suficiente como para aguantar y testimoniar,Lo infiel de los dedos deudos .
De los dudosos dedos de la mano del hermano del apostrofe.
Lo suficiente como para callar y esperar el ruidito aquel que hacen tus labios cuando se separan,
para esperar el beso serpenteante que no llega.
Lo suficiente como para simular que duermo.

LXXIV

Vuelvo otra vez de nuevo a ser lo mismo que he sido y seré siempre.
Vuelvo otra vez de nuevo al rencor obligado de ser uno que me imita.
Vuelvo otra vez de nuevo a ser y no ser, a la medida que es la vida rutinaria y sin sentido.
Vuelvo a ocupar mi tiempo en el afán de no ocupar para nada mi bendito tiempo.

LXXIV
Soy este que he sido siempre
Estoy siendo eso y no cambiare
Morire siendo el mismo
Y/o cambiare en el camino.(a la chilena)

LXXII

Borracho de tanto sol,

Sintiendo que la vida se pierde,
de pronto estalla en color,
todo verde.

Este color marchito,
Se viste y me abraza de tul.
Se abalanza mi princesa.
Me pongo Azul.

Perdido ante su mirada
De frágil candor, agreste.
Voy perdiendo la voz,
todo celeste.

Antojo, es enojo
porque no quiero rimar mas,
rojo es enojo, ojo, jo...

LXXIII
¿Que se abre primero?
¿El candado o la clave?
Si el candado que es la puerta para un designio oscuro, una rueda y una trampa
o la clave que es el fin de un sueño truncado y roto,

sin final.
¿Que abres primero?
El candado que te eterniza al compromiso de la espera
o la clave que es el final sin final.

¿Que abres primero el candado o la clave?
-¿QUE HACER CON ESTE BRUTO QUE NO ENTIENDE BIEN SI LE QUIEREN?-
Decisiones una sobre otra, cada una con sus culpas (porque todo es culpa ¿verdad?).

-¿Que te digo yo? -

¿Cómo te convenzo de que esto, quizá no lo mejor, pero esto es la variable mejor?
Mejor que el nada en que estoy

(me miento, porque mi nada es la suma de pequeños todos).

¿Que abro primero el candado o la clave?
Al final una invitación, aunque ya no sea tu día.

No se cual es mi urgencia, pero tampoco se cual es la falta de la tuya.
No se si los viejos lobos se cansaban de esperar,

pero yo ya no espero.